INSOMNIO CRÓNICO

El trastorno por insomnio se define como la dificultad persistente para quedarse dormido, mantener el sueño, o despertares más tempranos de lo habitual, y se acompaña de deterioro del funcionamiento diurno. De tal forma que el trastorno por insomnio refleja un estado de vigilia en la noche, con sintomatología durante el día.

Los autores identifican como factores de riesgo para insomnio: Edad avanzada, comorbilidades neurológicas, y enfermedades psiquiátricas. La pobre calidad de sueño se asocia con mala calidad de vida, por lo cual es relevante hacer algunas consideraciones. Es importante considerar los hábitos de higiene de sueño, el consumo de uso de sustancias, efectuar siestas durante el día, y los hábitos de emplear el dormitorio para la realización de actividades diferentes al sueño, incluyendo algunas que podrían ser emocionalmente estimulantes, así como el uso de dispositivos inteligentes.

El tratamiento del insomnio incluye maniobras de intervención multidisciplinaria, tratamiento de las comorbilidades, sobre todo aquellas con involucro neurológico, como síndrome doloroso, epilepsia, enfermedad de Parkinson, y trastornos del estado mental, tales como depresión y ansiedad. Un punto clave consiste en investigar el uso de medicamentos como antidepresivos, estimulantes, fármacos antiepilépticos, agonistas y antagonistas de la dopamina.