Reacciones psicológicas propias de experiencias y pérdidas traumáticas
Entre las reacciones propias del trauma podemos encontrar:
Reacciones intrusivas:
Son formas en las que la experiencia traumática vuelve a la memoria. Estas reacciones incluyen pensamientos o imágenes mentales perturbadoras del evento o sueños de lo que sucedió. En los niños, las pesadillas no tienen que ser específicamente sobre el desastre. Las reacciones intrusivas también pueden incluir reacciones emocionales o físicas angustiantes a partir de situaciones que les recuerdan la experiencia. Algunas personas pueden sentir o actuar como si una de sus peores experiencias estuviera sucediendo de nuevo. A esto se le llama escenas retrospectivas o flash back.
Reacciones de evitación y retraimiento:
Son formas que las personas usan para mantenerse alejados o protegidos de la angustia. Estas reacciones incluyen tratar de evitar hablar, pensar y tener sentimientos sobre el evento traumático y evitar cualquier situación que le traigan a la memoria el evento, como lugares y personas relacionadas con lo que sucedió. Las emociones pueden ser restringidas, hasta adormecidas, para así protegerse de la angustia. Los sentimientos de distanciamiento y disolución pueden llevar a un retraimiento social. Puede haber una pérdida de interés en actividades que usualmente eran placenteras.
Reacciones de excitación física:
Corresponden a cambios físicos que hacen que el cuerpo reaccione como si todavía hubiera peligro. Estas reacciones incluyen el estar constantemente “en la espera del peligro”, sobresaltarse fácilmente o estar nervioso, irritable o tener arranques de coraje, dificultad para conciliar el sueño y dificultad para concentrarse o prestar atención.
Las privaciones:
A menudo surgen tras los desastres y pueden dificultar la recuperación. Las privaciones aumentan el estado de tensión de los sobrevivientes y pueden contribuir con sentimientos de ansiedad, depresión, irritabilidad, incertidumbre y agotamiento mental y físico. Algunos ejemplos de privación incluyen: pérdida del hogar o posesiones, falta de dinero, escasez de comida o agua, separación de amigos y familia, problemas de salud, el proceso de obtener compensación por las pérdidas, cierre de escuelas, ser trasladado a un área nueva y escasez de actividades divertidas.
Recordatorios del trauma:
Pueden ser imágenes, sonidos, lugares, olores, personas específicas, la hora del día, situaciones o aun sentimientos, como tener miedo o estar ansioso. Los recordatorios del trauma pueden evocar pensamientos y sentimientos angustiantes sobre lo que pasó. Algunos ejemplos son el sonido del viento, la lluvia, helicópteros, gritos o vocerío y personas específicas que estaban presentes. Los recordatorios están relacionados con el tipo específico de evento, tales como huracán, terremoto, inundación, tornado o fuego. Con el tiempo, la evitación de los recuerdos puede dificultar que las personas hagan normalmente lo que hacen o necesitan hacer.
Reacciones de duelo:
Prevalecerán entre los que sobrevivieron el desastre pero han sufrido muchos tipos de pérdidas, incluyendo la muerte de seres queridos y la pérdida de hogar, posesiones, mascotas, escuelas y comunidad. La pérdida puede llevar a sentimientos de pena y coraje, culpabilidad o pesar por la muerte, extrañar o anhelar al difunto y sueños de volver a ver la persona. Las reacciones de duelo traumático ocurren cuando los niños y adultos han sufrido la muerte traumática de un ser querido. Algunos sobrevivientes pueden permanecer enfocados en las circunstancias de la muerte y preocupados en relación a cómo la muerte se pudo haber prevenido, cómo fueron los últimos momentos y quién tiene la culpa. Estas reacciones pueden interferir con el duelo, lo que hace más difícil que los sobrevivientes se adapten a la muerte con el transcurso del tiempo.
Psic. Paula Cueva
Psicóloga Clínica
Fuente:Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, Guía de primeros auxilios psicológicos para psicólogos, 2004
Escrito por: Psic. Paula Cueva