6 RIESGOS Y CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DEL CANNABIS
El consumo habitual provoca una serie de daños orgánicos y psicológicos:
-El hecho de fumar sin filtro, favorece el desarrollo de diferentes enfermedades como la
bronquitis crónica, el enfisema pulmonar o el cáncer de pulmón. Además, debido al
efecto broncodilatador del cannabis, este potencia la absorción de sustancias tóxicas con mayor facilidad.
- Altera el sistema cardiovascular, ya que tiende a provocar taquicardia, por lo que las
personas con patologías como hipertensión o insuficiencia cardíaca pueden sufrir un
empeoramiento de su sintomatología.
- En diferentes estudios se evidencian datos que podrían indicar que el consumo de cannabis genera un aumento de la incidencia de depresiones y psicosis.
- El impacto psicológico del consumo de esta sustancia tiene una especial relevancia,
dado que quienes lo utilizan principalmente son los adolescentes y adultos jóvenes. ya se ha comprobado que el consumo a edades tempranas provoca dificultades
para rendir academicamente, al disminuir las funciones de atención, concentración, abstracción y
memoria, obstaculizando, el aprendizaje. ademas puede causar reacciones
agudas de ansiedad.
- Cada vez hay más datos que evidencian el impacto perjudicial del consumo de
cannabis asociado a la conducción de vehículos, especialmente si se combina con
alcohol, lo que hace que se incremente el riesgo de accidentes.
- El cannabis actúa sobre el sistema de gratificación y recompensa cerebral de la
misma forma que lo hacen otras drogas, a través del estímulo de la liberación de
dopamina. Por eso, el consumo continuado de cannabis produce adicción. La
adicción aparece entre el 7 y el 10 % de las personas que lo han probado y en 1 de
cada 3 de los que lo consumen habitualmente.
Revisión bibliográfica realizada por:
Psic. Paula Cueva
Psicóloga Clínica
Fuente: Ministerio de Sanidad y Consumo, Gobierno de España,( 2007), Hablemos de Drogas, Secretaría General de Sanidad, Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, España.
Escrito por: Psic. Paula Cueva