ABUSO SEXUAL EN LA INFANCIA


Cuando se trata de niño/as muchos temas resultan delicados, problemas en el desarrollo o aprendizaje, situaciones traumáticas, padres, familia, escuela, etc.; no obstante hay temas que resultan aún más delicados que otros y han requerido particular atención sobre todo para profesionales de la Salud Mental, el abuso sexual por ejemplo; en palabras de Loureiro (2000) aunque cueste reconocerlo el abuso sexual forma parte de la violencia social y siendo el abuso sexual contra menores de edad, una violencia específica produce en los profesionales un sentimiento que impulsa a detectarlo, tratarlo y prevenirlo.


Hay que tener mucho cuidado al ser informados de una denuncia de este tipo, puesto que los efectos en el menor y las reacciones de la familia pueden ser dañinas. Por este motivo hay que saber cómo actuar ante este tipo de situaciones, considerando por un lado el bienestar del menor y la veracidad de su palabra, y por el otro la posibilidad de una falsa denuncia producto de sugestionabilidad, intereses familiares y falta de información, hechos en los cuales los menores siguen siendo víctimas.


¿Cuándo podemos hablar de abuso sexual?


Son distintos los parámetros desde los que se ha definido esta problemática; la edad por ejemplo, algunos especialistas exigen, para considerar la existencia de abuso sexual, que el agresor sea mayor que el menor, con una diferencia de 5 años cuando este tenga menos de doce y de 10 de diez años si supera dicha edad. No obstante hay que tener en cuenta que esto no puede considerarse como única verdad sobre todo al hablar de “abuso” entre menores, debido primero a su imputabilidad y segundo y más importante a las motivaciones que los pudieron llevar a eso, sea curiosidad, identificación con el agresor u otras que carecen de intencionalidad.


¿Cómo detectamos un caso de abuso?


Problemas en de conducta, enuresis, temores nocturnos y pesadillas, el aislamiento y secretismo, son síntomas a que hay que tener muy presentes puesto que podrían validar el testimonio del menor o inclusive hablar por él. Un síntoma aislado no implica abuso en sí mismo, es necesaria una valoración médica y psicológica, para tomar una decisión.


¿Cómo se procede en caso de que el abuso sea una realidad?


Hay que tomar en consideración la obligación de denunciar este tipo de hecho ante las autoridades competentes conforme lo determina la ley. “Toda persona, incluidas las autoridades judiciales y administrativas, que por cualquier medio tenga conocimiento de la violación de un derecho del niño/a, niña o adolescente, está obligada a denunciarla ante la autoridad competente, en un plazo máximo de cuarenta y ocho horas” (Artículo 17 del CNA citado en COORPORACIÓN DE ESTUDIOS DECIDE. 2009).


Así mismo buscar apoyo psicológico individual y familiar. La detección de esta problemática es compleja y delicada por los efectos que puede tener en los niño/as, la familia y el entorno social; y pone al profesional a prueba puesto que este tiene que tener la suficiente experticia para no caer en una falsa denuncia o en su defecto hacer caso omiso de un posible caso de abuso. Con respecto a su procedimiento, queda claro la obligatoriedad de la denuncia así como también el beneficio del trabajo interdisciplinario durante la detección como el proceso de denuncia.



Escrito por: Psic. Paula Cueva

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