CAMBIOS PSICOLÓGICOS DE LA MADRE EN EL PERIODO POSPARTO

Durante uno o dos días después del alumbramiento, es normal que las nuevas mamás se sientan eufóricas, han pasado el largo embarazo, se han mostrado competidoras exitosas en un demandante evento atlético y están satisfechas con sus esfuerzos, finalmente tienen su premio, el bebé ha llegado y por fin pueden llenarlo de mimos y cuidarlo.

Después del parto muchas mujeres experimentan cierto grado de depresión. El estado de ánimo deprimido y otras experiencias van en un rango de leve a grave, la literatura médica define tres tipos de reacciones depresivas:

-Tristeza posparto: las mujeres experimentan cambios radicales en el estado de ánimo, con períodos de depresión, irritabilidad y llanto que alternan con períodos positivos, por lo general estos síntomas comienzan unos días después del nacimiento, se tornan más intensos una semana después del parto y disminuyen o desaparecen para la segunda semana posparto. Entre el 50 y 82 por ciento de las mujeres experimentan esta tristeza leve después del nacimiento.

-Depresión posparto: es más grave, se caracteriza por un estado de ánimo deprimido, insomnio, llanto frecuente, sentimientos de inadecuación y fatiga. Por lo general comienza de dos a tres semanas después del parto, pero puede suceder en cualquier momento después del nacimiento. Entre 8 y 15 % de las mujeres la padecerán y los síntomas duran de seis a ocho semanas.

-Psicosis posparto: el trastorno más grave es la psicosis posparto, para la cual los síntomas iniciales incluyen inquietud, irritabilidad y trastornos del sueño, los síntomas posteriores incluyen conductas desorganizadas, alteraciones del estado de ánimo, delirios y alucinaciones. Su inicio puede ser drástico, dentro de las 72 horas después del nacimiento o 4 a 6 semanas posparto. Es muy poco frecuente y sólo afecta a uno o dos mujeres entre 1000.

Parece que muchos factores contribuyen a este tipo de depresión. Estar en el hospital es, de por sí, una experiencia estresante. Una vez que la mujer regresa a casa se enfrenta a otro conjunto de factores estresantes, es probable que aún no haya regresado a sus niveles normales de energía pero aun así debe llevar a cabo la extenuante tarea de cuidar a un recién nacido, además es posible que no obtenga el descanso necesario durante las primeras semanas o meses, levantándose varias veces por noche para cuidar al bebé, por lo que la mujer puede agotarse. Es claro que en este momento necesita ayuda y apoyo de parte de su pareja y familiares. Algunos factores estresantes varían dependiendo de si éste es el primer bebé o uno posterior.

El primer hijo es estresante dada la inexperiencia de la mujer, mientras se encuentra en el hospital es posible que experimente ansiedad por miedo de no saber cómo cuidar del bebé. Además las circunstancias negativas en que se desarrolló el embarazo también pueden ser desencadenantes, como por ejemplo un embarazo no deseado, madre inmadura o muy joven, madre soltera, entre otros.
También existen factores físicos de estrés durante el periodo posparto, los niveles hormonales han descendido de manera radical y el cuerpo ha sido sometido a gran tensión. Así, parece que la depresión posparto es el resultado de una combinación de factores físicos y sociales.

Los factores de riesgo para una más seria incluyen una historia personal o familiar de trastornos psiquiátricos, embarazos no deseados, complicaciones serias después del parto y carencia de apoyo social.
En ocasiones, los padres también experimentan depresión después del nacimiento del bebé, en un estudio, el 89 por ciento de las madres y el 62 por ciento de los padres habían experimentado tristeza durante los tres meses posteriores a la llegada del bebé. La investigación indica que los padres menos deprimidos están en mayores probabilidades de involucrarse con el lactante y con el rol de padres.

Psic. Paula Cueva
Psicóloga Clínica
Fuente:Hyde j., DeLamater J., (2006), Sexualidad Humana, Mexico,McGrw-Hill.