Pautas de crianza: Aprenden a controlar sus emociones (3 a 5 años)


Las emociones de los chiquitos suelen ser muy fuertes y aún les cuesta controlarlas.


-Tener mejor lenguaje favorece el desarrollo del autocontrol. Los adultos podemos ayudar significativamente en este proceso.
-También ayudamos siendo buenos ejemplos de autocontrol y hablando de nuestras emociones: «Me hace enojar mucho que ensucies donde acabo de limpiar».


Autocontrol o control de uno mismo


El autocontrol en los niños es la capacidad de resistir a las ganas de hacer algo que no debe.
Es la habilidad del niño para decir no a algo que puede gustarle pero que le traerá malas consecuencias. También lo ayuda aprender a utilizar estrategias especiales para aumentar el control sobre sí mismo.


Aprender el arte de las autoinstrucciones.


Muchos pequeños utilizan, natural e instintivamente, el recurso de hablar consigo mismos. En momentos difíciles, podemos ayudarlos a decirse frases como: «Calma, Fulanito, no te enojes» o «Respirá hondo y no le pegues».


 Alejarse de la tentación. 


Es otro buen recurso que podemos enseñarles para que logren controlar un impulso. Les haremos notar esa posibilidad. La tentación puede ser algo que no debe ser tocado o pegarle a una hermana que los provoca.


Si los adultos que rodean al niño saben controlarse a sí mismos


serán buenos modelos que favorecerán que él o ella también aprenda a controlarse. La idea no es que nos consideren robots perfectos. Está bien que vean que nos enojamos, que nos entristecemos, que nos alegramos; pero lo formativo es que se den cuenta de que no nos dominan las emociones. Si nos enojamos mucho, podemos decirlo y alejarnos hasta que se nos pase y podamos actuar con inteligencia, y no guiados por nuestros impulsos. Esta actitud debe ser la misma con ellos, con otras personas, dentro de casa y fuera de casa. 


La agresividad «normal»


Los comportamientos agresivos forman parte del repertorio de conductas previsibles en niños y niñas. En los primeros años, estos comportamientos no tienen el objetivo de dañar al otro sino de conseguir algo deseado. 
A falta de otros recursos, apelan, por ejemplo, a un empujón para subir al tobogán, a un tirón de pelo para que el otro suelte el autito.  Entender que se trata de comportamientos habituales en esta etapa no significa que los adultos no vayamos a actuar. 
Nuestro mejor aporte es empezar a enseñarles mejores maneras de conseguir lo que quieren, además de enseñarles que la agresión no es un comportamiento aceptable en ninguna circunstancia. 


Cuando la agresividad es excesiva


El comportamiento agresivo no se hereda, se aprende:
-De cómo somos tratados desde etapas bien tempranas.
-Imitando los comportamientos de quienes son nuestros modelos: padres, maestros, hermanos, personajes de juegos o TV. 
-Si descubrimos que con la agresividad conseguimos lo que queremos.


Cómo prevenir la agresividad en los primeros años


-Tratándolos con amor y respeto siempre.
-Enseñándoles a pensar en el otro.
-Enseñándoles el control de sí mismos.
-Enseñándoles maneras no violentas de defenderse.
-Enseñándoles a reflexionar sobre qué es lo que está bien y qué es lo que está mal y sus razones.


Revisión bibliográfica realizada por:
Psic. Paula Cueva
Psicóloga Clínica
Fuente: Trenchi, N., (2011), ¿Mucho, poquito o nada? Guía sobre pautas de crianza para niños y niñas de 0 a 5 años de edad.,Uruguay. UNICEF


Escrito por: Psic. Paula Cueva

¿Cómo se siente hoy?

Dr. Jovanny Mauricio Contreras Chapas a sus órdenes.

doctor

¿En qué lo puedo ayudar?

doctor multidoctores
© 2024 | Familycardservices