Intervención Psicológica para el control de las conductas violentas


Cuando, en terapia, estamos frente a una persona con una conducta violenta, diseñamos a su medida un plan de intervención, que, siempre parte de una evaluación exhaustiva y se adecua al sujeto, pero, destacamos en este artículo unas técnicas de intervención que solemos utilizar y que siguen el modelo de los autores Goldstein y Keller, los cuales, dividían las conductas violentas en una serie de etapas y a cada etapa asignaban una técnica de intervención.


Entrenamiento en el control de la cólera: Se utiliza el entrenamiento en autoinstrucciones, siguiendo la premisa de que la cólera es fomentada y mantenida por las auto afirmaciones de la persona en situaciones de provocación, por lo tanto, la intervención consta de tres etapas:


1.Preparación cognitiva en la que se instruye al sujeto sobre los aspectos cognitivos, fisiológicos y conductuales de la cólera, sus funciones y sus antecedentes.
2.Adquisición de habilidades de afrontamiento en respuesta a provocaciones, haciendo aquí énfasis en las autoinstrucciones cuya adquisición consta de 4 fases: preparación para la provocación, impacto y provocación, afrontamiento de la activación fisiológica, reflexión sobre la provocación.
3.Entrenamiento en aplicación haciendo uso de role playing, tareas para casa


Entrenamiento en relajación: Solemos seguir el procedimiento de Jacobson.


Entrenamiento en comunicación, negociación y establecimiento del contrato:


1. En comunicación: Se enseña a ocuparse de los problemas uno a uno, elegir el momento y lugar adecuados, revisar los sentimientos y puntos de vista propios, ser empático, reconocer la subjetividad, centrarse en la conducta…
2. En negociación: Se enseña a mantener la calma, elegir metas, dónde, cuándo y cómo negociar. Se aplica la secuencia: plantear la propia posición, manifestar la comprensión de la postura del otro, preguntar al otro su opinión, escucharle y proponer un compromiso.
3. Establecimiento del contrato: Es aconsejable realizar contratos conductuales ya que con estos se fijan los objetivos a largo plazo. En estos se establecen las conductas objetivo, recompensas, sanciones y bonificaciones así como guardar un registro de la conducta y las consecuencias.


Entrenamiento en el manejo de contingencias: El psicólogo aplica técnicas de modificación de conducta, un sistema de recompensas o sanciones para aumentar la probabilidad de que aparezca una conducta concreta o reducir esta probabilidad.


Entrenamiento en habilidades sociales: Es importante trabajar en habilidades básicas como escuchar o dar las gracias, superiores como participar, pedir ayuda o disculparse; habilidades para expresar sentimientos; habilidades alternativas a la agresión como pedir permiso, negociar, defender los derechos, utilizar el autoncontrol..; habilidades para enfrentarse al estrés como presentar una queja, defender a un amigo, enfrentarse a una acusación… y habilidades de planificación como fijar objetivos, reunir información.


Entrenamiento en valores prosociales: Hace que la probabilidad de que la persona actue de forma prosocial y no violenta sea mayor. Esto supone: pensar el problema y la toma de decisiones, mostrar preocupación por los sentimientos e intereses de los otros, comportarse en búsqueda del beneficio tanto de uno como de los otros. Para este entrenamiento se puede elegir la Educación Moral de Kholberg.


Artículo extraído del Blog de Psicología PSICOCODE.
Revisión bibliográfica realizada por:
Psic. Paula Cueva
Psicóloga Clínica
Fuente:
MARIVA PSICÓLOGOS (2017),Intervención Psicológica para el control de las conductas violentas, PSICOCODE, 7 de octubre del 2017. https://psicocode.com/clinica/intervencion-psicologica-control-las-conductas-violentas/



Escrito por: Psic. Paula Cueva

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