NUTRICIÓN Y HEPATITIS


La hepatitis puede afectar a la absorción de nutrientes provocando una pérdida de peso, reduciendo las reservas de energía y dificultando la recuperación de la enfermedad, por lo que se debe seguir una dieta adecuada y equilibrada, ayudando así a reducir la carga de trabajo del hígado y favoreciendo su recuperación.


En el tratamiento de la hepatitis las recomendaciones dietéticas están orientadas a cubrir las necesidades nutricionales del paciente, controlando al mismo tiempo la cantidad de proteínas que ingiere, ya que son necesarias para restaurar las células hepáticas dañadas, pero en exceso pueden favorecer la acumulación de desechos tóxicos si el hígado no es capaz de procesarlas adecuadamente; por lo que para un paciente con hepatitis el consumo recomendado es un gramo de proteína por kilogramo de peso corporal, es decir si una persona pesa 60 kg debería ingerir 60 gr de proteína diaria. En cuanto a los hidratos de carbono, el organismo almacena en forma de glucógeno, que se transforma en glucosa cuando el cuerpo lo necesite, la dieta puede variar dependiendo del funcionamiento del hígado, pero normalmente se aconseja incrementar la cantidad de carbohidratos en proporción de las proteínas. 


Una pauta que deben seguir las personas enfermas de hepatitis es considerar la carne como un complemento de verduras, pastas y legumbres como tallarines a la boloñesa y no al contrario.


En cuanto a las grasas se deben consumir con moderación, pero no hay que eliminarlas por completo de la dieta porque son necesarias para la absorción intestinal de algunas vitaminas.


Debe evitarse el consumo de embutidos y las carnes con gran contenido graso y cocinar los alimentos al vapor, al horno, cocinados o a la plancha.


Los suplementos vitamínicos, sobre todo de vitaminas del grupo B, pueden ayudar a prevenir carencias nutricionales, pero siempre bajo prescripción médica, ya que las vitaminas se metabolizan en el hígado, y un exceso puede resultar contraproducente.


No se debe consumir bebidas alcohólicas, ni siquiera esporádicamente y tampoco se debe consumir bebidas con gas. Es mejor repartir los alimentos en 4 o 5 tomas a lo largo del día porque así el hígado trabaja regularmente y sin exceso de carga.


Alimentos permitidos para personas enfermas de hepatitis:


- Frutas
- Verduras y legumbres
- Lácteos
- Huevos
- Frutos secos
- Pan, arroz, pastas, maíz (sobre todo integrales)
- Carnes magras
- Pescados


Lic. Thalía Phuma
Nutricionista



Escrito por: Nutricionista Thalía Phuma Ludeña

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