SÍNDROME NEFRÍTICO
El síndrome nefrítico es una de las formas de presentación
de las enfermedades glomerulares y se caracteriza
por la aparición de hematuria, oliguria y
daño renal agudo, lo que se manifiesta en disminución
abrupta de la tasa de filtrado glomerular y retención
de líquido, que a su vez origina edema e hipertensión
arterial.
ETIOLOGIA
En la mayoría de los casos, la glomerulonefritis postinfecciosa
es secundaria a una infección por el estreptococo
betahemolítico del grupo A; sin embargo
existen otras bacterias, virus y parásitos que lo pueden
causar.
CLINICA
La presentación clínica es de un síndrome nefrítico típico con
hematuria glomerular, hipertensión arterial, oliguria y deterioro
de la función renal. El intervalo entre la infección y la nefritis es
de dos a tres semanas en los casos que siguen a una faringoamigdalitis
y de un mes en los casos de una piodermitis.
La evolución generalmente es benigna; difícilmente
evoluciona a la cronicidad y constituye un síndrome
que se resuelve en forma transitoria dejando inmunidad,
siendo raro otro episodio
DIAGNOSTICO
La presencia de los componentes del síndrome nefrí-
tico, en ausencia de datos de enfermedad sistémica y
en relación con una infección previa de las conocidas
como posibles causantes del mismo, sugiere el diagnóstico.
Datos que también apoyan el diagnóstico es
el nivel de C3 disminuido, lo cual se observa en el
90% de los pacientes, y que se recupera en 4 semanas.
La persistencia de microhematuria durante meses
no invalida el diagnóstico; puede durar más de un
año. Por el contrario, la proteinuria desaparece antes.
Las estreptolisinas se encuentran elevadas en el 60 a
80% de los pacientes durante los primeros 10 días y
persisten de 4 a 6 semanas.
TRATAMIENTO
El tratamiento es de soporte y va encaminado a prevenir
las complicaciones de la retención hídrica. La
restricción de agua y sal es suficiente en algunos casos,
pero es frecuente que se requiera el empleo de diuré-
ticos de asa. En la minoría de los casos, dicho tratamiento
no es suficiente y se requiere de terapia de reemplazo
de la función renal. Generalmente, los pacientes
recuperan la diuresis de 7 a 10 días de iniciado
el cuadro. No hay evidencia de que el uso de antibióticos
para tratar el foco primario prevenga la
aparición de glomerulonefritis. El pronóstico a largo
plazo generalmente es bueno y sólo un pequeño
porcentaje de los pacientes persiste con proteinuria e
hipertensión después del evento primario.