PARASITOSIS INTESTINAL


DEFINICIÓN:

Las parasitosis digestivas son originadas por protozoos y helmintos que comprometen fundamentalmente el intestino (delgado y grueso) y, excepcionalmente, otras partes del tubo digestivo. En los niños pueden ser causa de diarrea y enfermedades recurrentes. El daño que producen depende de la tríada ecológica agente, hospedero y medio ambiente. Cuando existe equilibrio lo habitual es que el cuadro curse en forma subclínica, y si predominan factores del parásito se desarrollará la enfermedad.

EPIDEMIOLOGÍA

Si bien en nuestro país no existen encuestas masivas recientes, se puede señalar que las geohelmintiasis en zonas urbanas han disminuido en forma importante (ascariasis y tricocefalosis, por ejemplo). En cambio aquellas parasitosis del tubo digestivo que no son influenciadas por el medio ambiente externo como la oxuriasis, han mantenido una prevalencia alta. En pacientes inmunodeprimidos con SIDA, cáncer, linfomas, trasplantados, etc., se presentan en aumento los coccidios intestinales: cistoisosporiasis, ciclosporiasis, criptosporiasis, microsporidiasis.

CLÍNICA

• Protozoos -Giardiasis (Giardia lamblia, Giardia intestinalis, Giardia duodenalis). Parasitosis del intestino delgado. Muy importante como causa de diarrea aguda e infecciones recurrentes en niños. Puede producir diarrea crónica y mala absorción en lactantes, preescolares y escolares. Los pacientes habitualmente tienen dolor abdominal, meteorismo y náuseas. No tiene mayor prevalencia en inmunodeprimidos.

• Amebiasis (Entamoeba histolytica). Parasitosis del intestino grueso. Su prevalencia ha desminuido en los últimos años y es inferior al 5% en niños y al 10% en adultos. La mayoría de los pacientes son asintomá- ticos, menos del 5 al 10% tienen sintomatología destacando la diarrea aguda. Cuadros disentéricos, colitis fulminantes y amebomas tienen baja frecuencia. El absceso hepático amebiano es actualmente una rareza. Las amebas pueden originar diarrea crónica, entidad que es más frecuente en adultos que en niños. Hasta la fecha no se ha demostrado que esta parasitosis tenga mayor prevalencia en inmunodeprimidos.

• Balantiasis (Balantidium coli). Parasitosis del intestino grueso de muy baja frecuencia y que tiene relación con la crianza y manipulación de cerdos. En niños puede originar diarrea aguda, crónica o constituir una entidad subclínica.

• Blastocistiasis (Blastocystis hominis). Actualmente se considera una parasitosis que es capaz de originar en niños diarrea aguda, excepcionalmente crónica.

• Criptosporidiasis (Cryptosporidium parvum, C.hominis, C.spp). En inmunocompetentes se localiza en el intestino delgado y en inmunodeprimidos puede originar colangitis esclerosante y localizarse fuera del intestino. En personas con inmunidad conservada origina una diarrea aguda con fiebre y dolor abdominal que dura 5 a 7 días. En inmunodeprimidos provoca diarrea crónica secretora con o sin mala absorción, muy difícil de controlar, especialmente en niños con SIDA.

• Ciclosporiasis (Cyclospora cayetanensis). Coccidio que se localiza en el intestino delgado. Origina diarrea aguda. No tiene mayor prevalencia en inmunodeprimidos.

• Cistoisosporiasis (Isospora belli). Se localiza en el intestino delgado. Origina diarrea aguda en inmunocompetentes. En inmunodeprimidos, diarrea crónica. Los pacientes presentan habitualmente baja de peso, deshidratación, dolor abdominal. Los niños con inmunidad conservada presentan eosinofilia y cristales de Charcot Leyden en heces.

• Sarcocistosis. Se localiza en el intestino delgado. Zoonosis que se adquiere al ingerir carne cruda o mal cocida de cerdo o de vacuno con quistes de Sarcocystis suihominis o bovihominis. La parasitosis origina una diarrea aguda o subaguda en inmunocompetentes (al igual que cistoisosporiasis).

• Microsporidiasis. En la actualidad se considera que estos organismos están más cerca de los hongos que de los protozoos. Hay varias especies que afectan al paciente inmunodeprimido, originando cuadros intestinales y extraintestinales de difícil tratamiento.

Helmintos Nemátodos (Gusanos redondos):

• Oxiuriasis (Enterobius vermicularis): Se localiza en el intestino grueso. Infección familiar que origina prurito anal, nasal y genital. Como su ciclo es intradomiciliario y no es afectado por el medio ambiente externo, constituye una parasitosis prevalente en colegios e internados.

• Ascariasis (Ascaris lumbricoides). Gusano redondo, se ubica en el intestino delgado. Es prevalente en niños de procedencia rural del centro sur del país. Sus larvas pueden originar síntomas respiratorios (ciclo de Loos en el pulmón) y los adultos del intestino, cuadros inespecíficos de diarrea y dolor abdominal. Ocasionalmente hay expulsiones de las vermes por boca, nariz y ano. Excepcionalmente pueden originar un síndrome de obstrucción intestinal.

• Tricocefalosis: (Trichuris trichiura). Se ubica en el intestino grueso. Los niños desnutridos con infecciones masivas pueden presentar prolapso rectal, disentería y/o diarrea.

• Anisakidosis (Anisakis simples o Pseudoterranova spp). Los niños se infectan al ingerir pescado de agua salada, crudo o mal cocido, que contiene larvas del parásito, estas se introducen en la mucosa gástrica o intestinal. Pueden provocar dolor abdominal, vómitos y ocasionalmente íleo o perforación intestinal.

Cestodos (Gusanos planos):

• Teniasis (Taenia saginata, T.solium). Los niños infrecuentemente se infectan al ingerir carne cruda o insuficientemente cocida de vacuno (T.saginata) o de cerdo (T.solium, T.asiatica). Las parasitosis es más frecuente en adultos. No sabemos si T.asiatica existe en el continente americano. La importancia de T.solium radica en que el hombre puede albergar fuera de las formas adultas a las larvas: cisticercosis (Cysticercus cellulosae). Alrededor del 10% de los pacientes con teniasis tienen además cisticercosis.

• Difilobotriasis (Diphyllobothrium latum, D. pacificum, D. dendriticum). Los niños y adultos se pueden infectar al ingerir peces de agua dulce (Diphyllobothrium latum, D. dendriticum) o de mar (D. pacificum) crudos, ahumados o mal cocidos. La sintomatología digestiva es inespecífica, excepto la anemia tipo perniciosa (magaloblastico) que se presenta en el 3% de los casos.

• Himenolepiasis (Hymenolepis nana v. nana H. v. fraterna). Es la cestodiasis más frecuente del niño. Origina síntomas digestivos inespecíficos al ingerir huevos embrionados que contaminan el medio ambiente. La parasitosis se mantiene por una autoinfección interna y externa. Los niños excepcionalmente pueden infectarse con otros cestodos: Hymenolepis diminuta propia de roedores y por Dipylidium caninum, propio del perro.

TRATAMIENTO:

Dependiendo del tipo de parasitosis intestinal que se presente, se dará el tratamiento específico.

Resumen realizado por:

Liseth Hernández

Médico General

Fuente:

Werner, P. INFECCIONES POR PARÁSITOS MÁS FRECUENTES Y SU MANEJO. REV. MED. CLIN. CONDES - 2014; 25(3) 485-528

López-Rodríguez, M. Pérez, M. Parasitosis intestinales. An Pediatr Contin. 2011;9(4):249-58.


Escrito por: Dra. Liseth Hernández Imbacuan

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