LITIASIS RENAL (CÁLCULOS RENALES)


DEFINICIÓN:

Los cálculos renales son concreciones de diferentes sales minerales, incorporadas en una matriz orgánica, que se originan en el riñón o vías urinarias superiores. Cálculos cálcicos dan cuenta del 75-80% de los cálculos renales y son predominantemente de oxalato de calcio y en menor porcentaje por fosfato de calcio. El 20-25% restante, cálculos no cálcicos, corresponde a cálculos de ácido úrico (10%), de fosfato de amonio magnesiano (10%; estruvita o asociada a infecciones urinarias) y menos frecuentemente a cistina (1-2%).

Las litiasis más frecuentes (80%) son las cálcicas, mayoritariamente de oxalato cálcico, pero hasta el 40% son mixtas (oxalato y fosfato cálcico).

PATOGENIA:

La formación de un cálculo renal requiere necesariamente que la concentración de la sal formadora exceda su solubilidad en la orina, es decir, se encuentre en estado de supersaturación. Dependiendo de la especie predominante de la sal formadora, influirá también en su lí- mite de solubilidad, el pH e interacciones iónicas. La etapa inicial para la formación de un cálculo renal es la aparición de la fase sólida o nido de cristales de la respectiva sal. Si cristales de una misma especie forman el nido, se habla de nucleación homogénea. Sin embargo, en una solución compleja como es la orina, cristales de un tipo pueden también arrastrar la precipitación de otros de distinto tipo. Esto último se denomina nucleación heterogénea y ha sido demostrada para la precipitación de cristales de oxalato de calcio inducida por cristales de urato monosódico o de fosfato de calcio. Una vez que se ha formado un nido, éste alcanza el tamaño suficiente para alojarse en el tracto urinario gracias al crecimiento y agregación de cristales e interacciones de éstos con la pared celular.

CLINICA:

La mayoría de las litiasis diagnosticadas de forma incidental, permanecen asintomáticas en un seguimiento de 3 a 5 años, pero si empiezan a desplazarse a través del uréter, pueden causar una obstrucción aguda parcial o completa que produce el cólico nefrítico.

El síntoma principal es el dolor, que se presenta más a menudo durante la mañana (por un aumento significativo en la concentración urinaria)7. Suele ser de tipo cólico (usualmente dura entre 20 y 60 minutos), de inicio súbito, unilateral, muy intenso y no mejora con el reposo. Se localiza en la fosa lumbar y se irradia en sentido descendente anterior siguiendo el trayecto ureteral hasta la vejiga, los genitales externos e incluso la cara interna del muslo. El paciente suele mostrarse agitado y característicamente se sujeta la fosa renal.

La irradiación del dolor orienta sobre la localización del cálculo, pero no es diagnóstica:

• Si el cálculo está alojado en la porción superior del uréter, el dolor puede irradiarse al testículo.

• Si el cálculo se encuentra en la porción media, el dolor puede simular una apendicitis o una diverticulitis, según el lado.

• Si el cálculo está en el uréter distal, pueden aparecer síntomas de irritabilidad vesical (polaquiuria, disuria y tenesmo).

• Las litiasis ubicadas en la pelvis renal pueden provocar dolor de baja intensidad o intermitente ubicado en el flanco.

El segundo síntoma más frecuente es la hematuria. No obstante, su presencia o ausencia no permiten confirmar o excluir el diagnóstico.

Otros síntomas asociados son:

• Náuseas y vómitos, por estimulación del plexo celíaco. Son muy comunes, su ausencia debería hacer dudar del diagnóstico.

• Estreñimiento por íleo reflejo.

• Puede existir febrícula, pero la fiebre nunca forma parte de la clínica del cólico nefrítico no complicado.

Diagnóstico

Los cálculos que no causan síntomas se pueden descubrir durante un análisis microscópico rutinario de orina.

Por el contrario, los cálculos que producen dolor, en general, se diagnostican por los síntomas del cólico renal, junto con dolor de la zona lumbar e ingle o dolor en la zona de los genitales, sin una razón aparente.

Los análisis microscópicos de la orina pueden revelar la presencia de sangre o pus, así como también pequeños cristales que forman el cálculo.

Otras pruebas diagnósticas que se realizan son: radiografía de abdomen, urografía endovenosa, urografía retrógrada, ecografía abdominal y tomografía computerizada.

TRATAMIENTO

No todos los cálculos requieren tratamiento. Las piedras que no causan síntomas y no ponen en riesgo de daño al tracto urinario pueden expulsarse solas. De hecho 80% de los cálculos renales pasan a través de su tracto urinario cuando usted orina.

Si una piedra es demasiado grande como para poder pasar, las siguientes opciones de tratamiento están disponibles:

• Litotricia: usando ondas de choque se rompe el cálculo en pequeñas partes. Para este procedimiento no se necesita cirugía ni incisión.

• Ureteroscopía : ubicando un endoscopio dentro de la uretra (por donde se orina), en la vejiga y finalmente dentro del uréter, donde el cálculo es removido.

• Nefrolitotomía Percutánea: ubicando un endoscopio en su riñón directamente a través de la piel de su espalda hasta introducirlo en el riñón para remover el cálculo. (Este procedimiento se usa generalmente para cálculos muy grandes).

• Algunas veces antes o después de cualquiera de estos procedimientos, se puede colocar un tubo pequeño y flexible en el uréter para permitir el pasaje de orina o fragmentos del cálculo.

• Algunos tipos de cálculos se disuelven usando medicinas específicas.

Resumen realizado por:

Liseth Hernández

Médico General

Fuente:

Sarroca Farrera, M. Arada Acebes, A. Litiasis renal. AMF 2015;11(6):314-323

González, G. LITIASIS RENAL: ESTUDIO Y MANEJO ENDOCRINOLÓGICO. REV. MED. CLIN. CONDES - 2013; 24(5) 798-803


Escrito por: Dra. Liseth Hernández Imbacuan

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