LA MANZANILLA, UNA PLANTA CON MUCHOS BENEFICIOS A SU SALUD.

La manzanilla es una hierba que mide de 20 a 50 cm de altura. Su tallo es liso, brillante y ramificado. Con hojas estrechas y largas, de color verde intenso, Las flores se sitúan en el extremo de las ramas, forman un botón floral con una cabeza amarilla rodeada de pétalos blancos. La planta concentra principalmente sus principios activos en la flor; en ella se encuentran proporciones considerables de esencia, y compuestos como ácido salicílico, ascórbico, y vitamina C, entre otros.

Puedes utilizarla para procesos inflamatorios, al preparar una infusión de flores secas (80 gramos en un litro de agua) y humedecer toallas para cubrir la zona afectada o sumergir directamente áreas del cuerpo en esta agua, durante al menos 15 o 30 minutos, sacarás el máximo provecho de sus propiedades antinflamatorias.

La manzanilla también puede ser muy útil en procesos respiratorios, puedes realizar vaporizaciones con una infusión de esta planta o si se trata de una faringitis (irritación de la garganta) sirve para realizar gárgaras unas 3 veces al día.

También puede ser utilizada para favorecer la digestión y ayudar a expulsar gases intestinales, tomando una infusión preparada con 30 gramos de manzanilla en un litro de agua, al tomar una taza después de cada comida obtendrás estos beneficios.

Estas son solo algunas de las bondades de esta planta, sin embargo se debe tener en cuenta que no debe ser administrada a niños menores de 2 años, tampoco se recomienda su uso en mujeres embarazadas, se debe evitar preparar infusiones en recipientes de aluminio así como el tomar infusiones de manzanilla durante más de un mes. En algunas personas de piel sensible, puede provocar irritación o alergias y por último, las flores de manzanilla, no deben guardarse por más de un año, ya que van perdiendo sus principios activos.